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SONORIDADES DE LA MADERA

Este vídeo, se interna en parte del proceso de elaboración de las maderas policromadas que Angeles Martínez realiza desde 2003, y que tienen como antecedente las maderas de la construcción encontradas y reelaboradas en la Serie «Memorias del desamparo» del año 2000.En la «Serie lúdica», del 2014, el color se reduce en las cajas, al negro blanco y rojo,encontrando una nueva síntesis.

“Madera” procede de madre, de la misma raíz o ya que estamos, del mismo tronco provienen ambos términos. Hace mucho tiempo ambas palabras se hicieron o crecieron, juntas. Y las maderas ensambladas por María crecidas hace mucho, taladas hace mucho, fueron maderas de carpintería hace también mucho. Las que vemos son piezas recuperadas para una nueva vida. Pero en su larga historia hasta llegar a las paredes albergadas en el diálogo de sus piezas, no han perdido madre. Ni madre de madre. Maternidades, abuelazgos y claro está, paternidades, se ayuntan y articulan en el imaginario que selecciona y ordena estas piezas lisas y carcomidas, naturales y despintadas, romas o puntiagudas …………………………………………………………………………………………………………­……………………………………………………… Pintora, María de los Ángeles, se volcó hace ya muchos años, y sin abandonar su pasión primera a la exploración del universo de los objetos. Muchos de ellos la rodean. Ha vivido cerca de las vías del ferrocarril y sus monumentales deshechos, el maderamen inquebrantable de esas maderas duras, caídas en desuso. Durmientes y otras formidables estructuras habían entrado ya durante la Dictadura a la investigación artística en obras tan significativas como las de W. Díaz Valdez. Y mucho antes ya el TTG había llevado cuenta de la madera integrada a los objetos. Pero María fue deslumbrada en España por el descubrimiento de la obra y la filosofía de Gerardo Rueda. Y atribuye sus antecedentes directos al magisterio de Dumas Oroño, a las conversaciones con Nelson Ramos. Azar y cálculo, materia y abstracción, arte y juego, son polos que imantan estas construcciones de María de los Ángeles Martínez. Aunque lacónicas, susurrantes. Siempre la madera tiene algún secreto que contar. (…) Lo cierto es que esta exposición en sus tramos más firmes consolida una atmósfera intimista. A pesar de la rusticidad del material o por eso mismo. Cuando la aspereza es expuesta sin tapujos pero con tacto, es decir precisión. (…) Ilustran lo que quiero decir también obras equilibradas, puras (¿qué quiere decir esto?, de menor formato: “Construcción con media luna”, “Construcción con escalerilla”. Ofrecen a primera vista el tenor depurado y desolado de sus piezas arcaicas en articulación ocasional con lámina natural de madera virgen. Hay formas azarosas allí, pródigas en sugerencias involuntarias. Y su economía de ensamblaje, que sí es voluntaria, depura el mirar. Es la tarea de maternar maderas que María de los Angeles Martínez expone en La Colmena. La Colmena Montevideo, 11 de abril de 2007 Tatiana Oroño (Fragmentos)

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